En este mundo
de la ansiedad
y del todo rápido
que llegue todo rápido ahora.
Detenerse un momento a recordar
todo a su debido tiempo.
No decidir qué es lo que tiene que pasar.
Quiero un Kuhencito surge de un movimiento revolucionario completamente pacifista, ubicado entre el centro del mundo y una distancia cercana al sol. Lucha en contra de la mala fama de los arbustos oscruos, que nada de culpa tienen no albergar luz en las noches para propiciar asaltos o violaciones de señoritas . Una liga extendida en forma de encaje metrico color Frida es su estandarte y por ella, hasta el fin del mundo, hasta el centro del sonido del acordeon tocado con la mano derecha y la mano izquierda. Sin mas palabras en el tintero, Quiero un Kuhencito, se escribe sin una plumilla, mas la tinta ilusoria del byte permite su entrega diaria, horaria, minutaria y por supuesto secundaria.
Emana bajos niveles de toxicidad, y enriquece el medioambiente.
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