miércoles, 11 de noviembre de 2009

Un pequeño saludo a una pequeña luz



Son sólo palabras,
palabras que llegan flotando
en un libro de quinientos pesos.

Te hablo a ti, escritor de los años ocultos
tú que dices escribir sin pretensiones,
sólo como una distensión del espíritu

Chile te alberga alargado
olvidado nombre tras nombre.

"Hay un trozo de luna en la túnica del cosmos,
mecida por el soplo del silencio:
se han callado los grillos, se ha callado el agua..."

Recorro las calles bajo tu dulce lengua

preguntándome quién habrá hablado más fuerte
que tu voz se perdió entre el bullicio


Desplegado entre sutilezas

Me dejo llevar por tus manos

hacia el “agua que corre, sin olvidar el rostro de la montaña”


1 comentario:

Anónimo dijo...

Aquel hombre se encontraba acabado en medio de la nada…
-Pareces cansado, pregunto un ave que pasaba por ahí.
Vuela pajarraco que sin tus alas pareces un hombre más.
-Si te quedas aquí te comerán los insectos, ¿ustedes los hombres
No temen a los insectos?.
Yo creo eres bastante parlanchín para ser un pajarraco.

Luego de eso el hombre callo en un profundo delirio…
en su mente el fuego consumía todos sus recuerdos, el sonido de las brasas
era ensordecedor, era como el crujir de un molino oxidado o de
un motor torcido, esperando olvidar pronto como oír, abrió los ojos.

Pajarraco, vuela… vuela y dile a ella que aunque nunca existió
fue un placer haberla conocido.