martes, 20 de mayo de 2014


Llévate tus calcetas de niño,
la lejanía que siempre estuvo presente.
Mi corazón de crisálida que creo ya no mereces.
Para qué nos amamos? ya no tengo ganas de quedarme a ver cómo revolotean las ideas de tu cabeza a tus manos.
Me aburrí como quién se alimenta de aspavientos.
de qué me sirve que me quieras desde ti hacia adentro?
no me demuestran los besos
ni el pene erecto.

Sufrirás? como lo hacen todos los que se quedan con las ganas.

Tal vez ya no estés seguro de que sea yo lo que quieres.
Las joyas que no se cuidan, se pierden.


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