martes, 19 de mayo de 2009

Y volveré



Sara ya se ha ido. Tomó su equipaje como si fuera más liviano que un grano de arroz, y sin si quiera despedirse a la cara, se fue. Al igual que las hojas que gráciles deslizan por pequeños canalcillos de agua, sin oponer resistencia, sin sentir el peso de la gravedad; deslizo como lo hacen los trenes balas con imanes, a toda velocidad.
Sara! Sara! grito por su departamento vacío a ver si parte de su esencia quedo atrapada en las paredes. Y si lo estuviera, cómo poder absorberla, de qué manera, con qué sistema revivir su vivacidad, su brillante resplandor.

Era de mañana, su pelo enredado en la cama, y sonriendo como siempre. Llovía, salía el sol. Las lunas crecían y decrecían a su antojo.

Partir, como si a nadie le importara, como si nadie sintiera su ausencia.
Con frecuencia me encuentro observando lo que llamamos la nada. Postulante en vida a ser petrificado, específicamente en una escultura de Rodin, sentado, apoyando mi cabeza sobre mi mano, y es que me pesa tanto.

Anoche escribí un poema. No lo hacía hace años. No pude contener el brotar de las palabras por mis manos.


Caen las hojas una a una
caerán también nuestros sueños?
como brazos muertos, arrojados con furia
con tristeza
Al fondo del olvido
o al centro de la vida misma
Caerán los días como caen las noches
rendidos a los pies del tiempo
los inmutables silencios
el detener la rutina y rozar las manos
cómo describir el sonido del rozar de dos manos?
Pienso en mi vida y en el universo
Acaso toda torre construida se destruye?
Cada árbol cae
o sigue creciendo, como árboles infinitos,
escondidos de nuestra realidad
Siento el peso de los créditos cayendo sobre mis hombros
a pesar del tema alegre, las caras sonrientes
tu ausencia que se expande, carente...

Abro los ojos alrededor de las 7 de la mañana. Me tomo una taza de café y me fumo un cigarro. Me hace pésimo, no lo disfruto ni un solo segundo. Sigo trabajando como siempre, aun que solo en apariencia. Las personas pasan a mi lado como productos en cajas registradoras de supermercado. Es una estupidez, lo de fumar. Es casi una especie de castigo, me castigo por tu partida, eso que ni si quiera se el porque. Tal vez hice algo, o no hice suficiente. Me da igual, a estas alturas de la vida, ya no creo en su estatura ascendente. La mía no crece, al menos no hacia arriba. Fumar es una estupidez, la música romántica con la que me torturo es una estupidez.
Pero me quiero hacer mal, harto mal. Quiero destruirme a ver si renazco. Estar tan desdichado que toque el fondo de la desdicha. -Quizás esa es tu felicidad. Qué enfermo, cómo podría buscar la estabilidad dentro del malestar. Debería empezar a relacionarme, cambiar de aire. Y sobre todo dejar de escuchar esta música.
Renacer. Entre las cenizas y el humo, a ver si vuelves, a ver si me muero luego.

2 comentarios:

tierragramas dijo...

los alcachofos, se dice, acostumbran a sumar más drama del que tiene la vida. Pero los alcachofos de pronto ven el código cromático completo, y cuando eso pasa las alas se desplegan, las hojas se tornan más verdes, y todo empieza a formar a formar a formar. No en el sentido estricto de la.. eh... disciplina. Formar en el sentido de ir superponiendo cosas. Armando.

Ese es un cuento de alcachofos. Me gusta sentir que una palta haya pensado en ser alcachofo por un día.

:)

sweet.dreams dijo...

Ay frida nunca pensé que de tus poco oscuros pensamientos pudiera surgir algo tan oscuro jajaja bueno no sé si oscuro se la palabra precisa, pero digamos que no es un cuento lleno de luz. La densidad del pensamiento es algo pastoso y viscoso que creo a nadie le gusta tener, porque como dice tu cuento después tienes que andarte sostiendo la cabeza de lo pesada que está.
Ahora no quiero supone autoinspiraciones, ni nada de eso, pero siempre he pensado que es díficil desligarse de los estados de animos cuando escribes (al menos a mi me parece casi imposible) espero entonces que estes bien
Y que no estes cabezona... como dice tu cuento
porque tu cerebro es de los mas espesooos que conozko (sin ofender)
Bueno eso
Esperando que estes bien
Se despide

El vinagre