miércoles, 24 de diciembre de 2008

Sobre el diván


"Voces dedicadas pero lejanas
de sonidos estereos y
tu forma apresurada, un poco
entrecortada de hablar..."


El otro día pensaba en lo que la gente suele decir, al rememorar los días pasados, cuando cuentan los inicios de sus relaciones con sus parejas o cuando están pasando por un mal momento. "Ah, aquellos tiempos", me decía una amiga. “Es que al principio todo es la raja, nos veíamos todos los días babeando el uno por el otro. No sé cuando cambian las cosas, cuando uno se acostumbra y se deja de sorprender. Claudio me traía siempre un chocolate nose un dulce, un frugele. Y cuanto vale un frugele cachay? con cueva 10 pesos, pero siempre ahí, con una sonrisa entre sus manos. Y ahora no me importa, todos dirían ya pero si llevan 2 años, que tanto, esas cosas pasan a un segundo plano y a mi tampoco me importa, no me importa cachay?”.

Estaba asustada, Qué estoy haciendo? me pregunté, emocionándome, aferrándome del aire, de la fragancia de las flores, riéndome sola. Despertando con una sonrisa, literalmente con una sonrisa, y hace cuanto que no me pasa eso?. Es como el síndrome de estar mal por todo, de estar mal por estar mal y de estar mal por estar bien, sintiendo culpa por estar así y no de la otra forma, del lado de los que dan lastima. Como si fuese un deber moral, estar más mal que el resto, para que ellos no se sientan desdichados viendo el brillo a su alrededor, careciendo de él.

Lo estoy haciendo bien? así se hace? no se, es que es mi primera vez, nunca pensé terminar en un lugar como este. A esta edad... Me da como risa, y un poco de vergüenza también, me pongo a pensar, qué diría mi papá. En fin, en qué estaba? ah, claro que me sentí asustada, o sea, me di cuenta de que estaba asustada, mientras regaba. Es chistoso como surgen estas cosas, el darse cuenta.
Es como si no hablara con nadie en siglos, por dios!, creo que podría terminar hablando hasta del abono de las flores. Lo siento, me enfocaré a lo que vine. Emm, claro, el susto, por que, que se yo, el peligro, el salir herido. Pero sabes que, me di cuenta, que al final es el miedo a ser feliz. La estupidez… o al menos eso es lo que creo, o alguna emoción o temor que todavía no conozco, que no sé catalogar pero análogo al miedo de la culpa. Así que en eso estoy. Me dije Ana María este puede ser tu comienzo, no lo analices tanto, disfrútalo. O no? Yo creo, es que, por qué el temor a disfrutar de algo cuando se puede?

Se produjo un profundo silencio en la sala. Ana maría tenía una expresión confusa en su rostro. Estaba sentada en una silla cómoda con las manos abiertas. Pensativa, miraba hacía arriba y a su alrededor, como esperando alguna respuesta divina de alguna parte. De vez en cuando mirando de reojo al hombre que estaba sentado en frente de ella, quien se había reservado de hablar durante su largo monólogo. Usaba una camisa verde petróleo y una melena cana. Se llamaba Esteban pero tenía cara Agustín. Se quedó así, mudo, por unos segundos más. Anotó algo en una ficha y la miró sin usar sus lentes, bajando su cabeza, mirando por sobre ellos.

Ahora quiero que me digas algo. Nesesito una confirmación. Ya lo dije todo, me desahogue como dices tu que necesito hacer, me gustaría oír tu opinión o como quiera que se llamé lo que dices. La firme. Bien? o peligrosamente cruzando la raya?


Del otro lado de la ciudad alguien quien no tenía cara de Agustín pero que se llamaba así, salía a regar tras un día caluroso. Le dolía la espalda y respiraba pesado. Abrío la llave y decidío partir por el pasto. Siempre por su trabajo no lograba tomarse el tiempo para regar de manera abundante, otorgandole a su jardín, el puesto poco honroso del patio más feo de la cuadra, pero este año había decidio destronar a sus vecinos, aun que eso significara menos horas de sueño y gastos extra en jardineros. Todo el asunto se había vuelto una rencilla personal y se enfrentaba a su cansancio con extrema paciencia, agachandose de vez en cuando para asegurar un buen riego y para descansar su hostigado cuerpo. Se metío sus audífonos nuevos adquiridos en su cumpleaños, cortesía de José y se puso a escuchar jazz. Miro desinteresadamente el cielo y empezo a esbozar un movimiento de cabeza-pie al ritmo de la batería suave. Levanto la manguera para regar las calas. Ese día se dio cuenta de que era gay.

2 comentarios:

sweet.dreams dijo...

holaaaa solo pucha hemos conversado harto sobre esto no??? ojala hayas tenido una linda navidad... nose vemos quizá en estos días
te kero, suerte con tu vida amorosa o no

Frida dijo...

Si es que al magnánimo Kuhen se le permité emitir un comentario, en esté, su propio espacio rebozado de mermelada color purpura sabor espárrago, el Kuhen graznaría: " Que foto más provocativa. por Kuhen!". Palabra del Kuhen, alabado sea el creador.